Para aliviar la carga sobre los hombros de millones de contribuyentes (tanto profesionales como empresas), el gobierno ha decidido posponer los plazos de impuestos de finales de junio hasta el 20 de julio. Así lo anunció Hacienda a última hora de la tarde de este lunes, anticipando el contenido de un próximo decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros. La remisión es muy importante, porque significa que el plazo impuesto sobre la renta personal se pospone por 20 días, desde el 30 de junio hasta el 20 de julio precisamente. Lo mismo se aplica también al plazo del impuesto sobre sociedades (IRES).
“Para tener en cuenta el impacto de la emergencia del Covid-19 en las operaciones de los pequeños contribuyentes y, en consecuencia, en las operaciones de sus intermediarios - se lee en el nota publicada en la página web del Ministerio de Economía – Se emite el Dpcm que prorroga el plazo para el pago del saldo de 2019 y el primer anticipo de 2020 para efectos del impuesto a la renta y el IVA, para los contribuyentes afectados por la aplicación de los Índices Sintéticos de Confiabilidad (ISA), incluidos los adheridos a la planilla plana. esquema tarifario. El plazo de pago que vence el 30 de junio se prorrogará hasta el 20 de julio, sin pago de intereses”.
El aplazamiento no afecta a todos, sino, fundamentalmente, al público sobre el que se recortan los ISA, es decir, los Índices Sintéticos de Fiabilidad Fiscal. Por lo tanto, el perímetro del deslizamiento también incluye el Números de IVA a tanto alzado y mínimos. En total, el recuento llega a incluir casi 4,5 millones de contribuyentes potenciales.
Calculadora en mano, para las arcas del Tesoro los plazos sujetos al último aplazamiento anunciado por Hacienda suponen -impuestos sustitutivos incluidos- una recaudación de 29 millones de euros.