El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, está siendo investigado por la fiscalía de Milán como exdirector general de la Expo en la investigación "Piastra dei servizi". El supuesto delito es de material falso, que conlleva una pena de uno a seis años, pero las investigaciones requieren otros seis meses para culminar. En el centro de la investigación se encuentra la cesión del contrato más importante de la Expo, por valor de 272 millones de euros, que ya fue objeto de investigaciones hace dos años bajo el supuesto de que para agilizar los trabajos y llegar a la cita en debido al tiempo de la Expo, no se habrían realizado todas las comprobaciones necesarias.
La noticia del ingreso de Sala en el registro de sospechosos llegó como una bomba a Milán ya toda la política nacional. Una vez más el centroizquierda y el Partido Demócrata están en el ojo de la tormenta con una de sus figuras más representativas y la relación entre la política y la judicatura se enciende.
La reacción del alcalde Sala fue muy dura: “Esta vez no me dejaré aplastar” por investigaciones que duran mucho tiempo y que quizás, como en una ocasión anterior, terminen en nada. Por ello, "pese a no tener la menor idea de las hipótesis de la investigación, he decidido suspenderme del cargo de alcalde" hasta que todo se aclare.
Sala formalizará hoy su decisión en manos del prefecto de Milán pero su enfado se trasluce por la respuesta que dio a quienes le preguntaron si confiaba en la justicia: "No digo que no confíe en él, pero tampoco". es lo opuesto".