Las agrupaciones de empresas de servicios públicos en Italia no tienen una gran tradición. Habitualmente las entidades que subcontratan los servicios eligen un único gestor, salvo en el caso de asociaciones temporales de empresas para concursos, cuando se realizan obras de construcción o mantenimiento.
En este contexto, resulta de gran interés el “Pacto por el Agua” anunciado por Utilitalia entre 23 empresas para la gestión de las redes de agua de las ciudades. Hay un interés estratégico y económico porque el agua es uno de los sectores más fragmentados lo que disgusta bastante a los italianos. Todos los intentos realizados hasta ahora por los políticos para crear agregaciones y una gestión unitaria de los territorios han fracasado.
Ahora, empresas como Hera, Acquedetto Pugliese, Romagna Acque, Iren, Tea, Ascopiave, Publiacqua, han firmado un acuerdo para poner sus competencias a disposición de las instituciones y otros gestores para garantizar a los ciudadanos mayor calidad de servicio.
Desde 2012 hasta hoy ha habido inversiones en el sector del agua 4 mil millones al año, con una media de 56 euros por habitante. La diferencia con la media europea, de 82 euros por habitante, la recuerda la propia Utilitalia, que lanza la agregación entre empresas también con vistas a la sostenibilidad. El banco de pruebas más exigente son, sin embargo, las 1500 gestiones municipales que afectan a unos 8 millones de ciudadanos.
El desafío está en las inversiones.
En los últimos días informamos del regreso del Grupo Italgas al sector del agua después de más de veinte años, pero sólo en la provincia de Caserta. Aquí nos encontramos ante una concentración industrial que pretende revolucionar el sistema. Un grupo de especialistas que quieren ganar allí donde las iniciativas gubernamentales no han tenido éxito, para afirmarse en aquellos territorios donde gestionar el agua significa a veces tener poder político.
“Las empresas que han operado y hecho posible el crecimiento del sector en los últimos años – dijo el
presidente de Utilitalia, Filippo Brandolini – se comprometen a dar un paso adelante para garantizar
inversiones adecuadas a los desafíos del cambio climático y pedir al Gobierno que acompañe esta
camino, fundamental para que incluso territorios sin un gestor integrado puedan crecer".
Entre los propósitos declarados en el "Pacto" está precisamente el de promover "los procesos de agregación entre empresas poniendo a la gestión óptima de recursos“. Una esperanza y un desafío atractivo emergen si pensamos en aquellas ciudades que sufren falta de agua durante muchos meses al año.
En los próximos meses Utilitalia solicitará la finalización del traspaso de funciones a las Regiones para garantizar el mantenimiento de las asignaciones hasta el final. Las empresas que asumirán la gestión están dispuestas a financiar las obras necesarias en los oleoductos según los parámetros ARERA.
La Autoridad es la entidad que reconoce los costos de gestión y las cuotas de inversión a través de la tarifa que se aplica a los usuarios. Es interesante comprender hasta qué punto serán capaces de hacer las empresas del "Pacto". diversificar los usos del agua de la agricultura a la industria. ¿Cuánta fuerza pondrán en juego para "crear y reforzar las infraestructuras necesarias para la reutilización del agua, la gestión sostenible del agua de lluvia, la recuperación de energía y materiales, el drenaje urbano y los embalses de usos múltiples". Una lista de asuntos políticos pendientes.