El importe total de la8x mil reiniciado este año ha alcanzado la cuota 1,245 millones de euros, frente a los 1,27 millones del año pasado. De esta suma, cerca de mil millones se destinaron a la Iglesia Católica (poco menos del 80%), mientras que el fondos públicos recibieron 195,61 millones de euros (15,71%). Los nuevos números fueron publicados hoy en el sitio web del Departamento de Finanzas.
La desproporción entre la participación del Vaticano y la del Estado se debe a un mecanismo para compartir que no todo el mundo conoce y contra la que se expresó el pasado mes de noviembre el Tribunal de Cuentas.
En esencia, para decidir el destino de todos los 8xmille son solo contribuyentes que indiquen explícitamente a qué institución quieren financiar. El problema es que menos de la mitad de los italianos lo saben: solo el 46 % en 2011, el último año del que se dispone de datos (ya que el desglose de 2015 se refiere a los ingresos de hace cuatro años, es decir, a las declaraciones de 2012).
La mayoría de los ciudadanos, por tanto, no especifica ningún destino para el 8xmille y muchos creen que de esta forma el dinero irá automáticamente al Estado. Pues no es así: los 8xmil de contribuyentes que no han manifestado opción alguna se distribuyen en proporción a las preferencias de quienes han indicado beneficiario. números en la mano, la minoría decide quién recibe el dinero de la mayoría.
Si la Iglesia Católica sólo recibiera el dinero de quienes la señalaron como destinatario de los 8xmille, tendría derecho a una participación del 36,75%, mientras que el mecanismo de distribución que acabamos de describir le permite recaudar más del doble.
"Falta transparencia en los pagos - el escribio el Tribunal de Cuentas –, no existen controles sobre el uso de los fondos desembolsados, ni controles sobre la corrección” de las indicaciones de los contribuyentes, “ni control sobre la actuación de los intermediarios”. Los beneficiarios "reciben más de la parte no expresada que de la" asignada voluntariamente por los contribuyentes y, según los magistrados contables, sobre este punto "no hay información adecuada, aunque los que no optan son la mayoría y se puede razonablemente se haga creer que sólo con una opción explícita se asignan los fondos”.
Una carencia que no es precisamente irrelevante, dado que cada año las cantidades en juego "superan con creces los mil millones de euros", lo que sitúa a Italia en lo más alto del ranking europeo en este tipo de aportaciones. La Corte luego se quejó un fuerte derroche de recursos por parte del Estado, que "muestra desinterés por la parte de su competencia", dando la impresión de que "el instituto está destinado únicamente a actuar como un aparente contrapeso al sistema de financiación directa de las confesiones".
Este año, de hecho, la parte no destinada a la Iglesia católica ni a las arcas públicas se repartió entre la Unión de Iglesias Metodistas y Valdenses (3,24%), la Unión de Comunidades Judías Italianas (0,47%), la Iglesia Evangélica Luterana en Italia (0,33%), la Unión de Iglesias Adventistas del Séptimo Día (7%) y las Asambleas de Dios en Italia (0,19%).
Por último, los últimos datos económicos muestran un aumento de las opciones a favor del Estado entre las declaraciones de 2011 y las de 2012: del 13,3 al 15,3% del total con el consiguiente aumento de las cantidades distribuidas (15,7% del total este año frente al 13,3% del total distribuido en 2014).
[Las tablas del Tesoro]
Archivos adjuntos: El informe del Tribunal de Cuentas.pdf