Luego de su conversación matutina con el Presidente de la República, Angelino Alfano se dirigió a la Cámara para una explicación de voto sobre el decreto sobre los costos de la política y fue particularmente claro al señalar que para el PDL la experiencia del gobierno de Monti debe darse por concluida. . ¿Crisis de gobierno entonces? La crisis ciertamente está en los hechos, desde que se anunció el regreso al campo de Silvio Berlusconi como candidato a primer ministro. De hecho, lo es, dada la plataforma totalmente populista y totalmente antieuropea anunciada por el Cavaliere y sus leales. Y eso en ambos casos también lo confirmaban los tonos con los que tanto Bersani como Casini emplearon en sus respectivos discursos ante la Cámara, en los que acusaban sin rodeos a Berlusconi y al PDL de absoluta irresponsabilidad.
Sin embargo, falta una apertura formal de la crisis, porque el presidente de la República, Giorgio Napolitano, tratando de frenar y anticipar la precipitación de los acontecimientos, ya se encuentra en consultas informales con las partes. Así recibió primero a Alfano, y posteriormente el programa incluye a Bersani y Casini. Que son algo más que consultas informales lo demuestra el hecho de que entre sus interlocutores el jefe de Estado se reúna también con los presidentes del Senado Schifani y Fini de la Cámara. Al fin y al cabo, el propio primer ministro Mario Monti, que prefirió quedarse en Milán para una entrevista (saltada por la nieve) con Barroso y asistir al estreno de La Scala, explicó que para sacar sus propias conclusiones quiere esperar por los resultados de las entrevistas de Napolitano.
También hay que decir que, respondiendo a Bersani y Casini, Angelino Alfano, aunque en un discurso muy tosco, dijo que el PDL es todo menos irresponsable y por eso se abstuvo sobre la confianza depositada por el Gobierno en el decreto de estabilidad. , porque de lo contrario habríamos ido al ejercicio presupuestario provisional. En fin, a su manera, ni siquiera el PDL desiste del todo del llamamiento de Napolitano “para que no se vaya todo por la borda y se busque una forma de cooperación para una conclusión ordenada y no precipitada y no convulsa de la Legislatura”.
Si este es el estado de la cuestión, se puede imaginar un camino en el que la Cámara pueda aprobar definitivamente la ley de estabilidad el 18 de diciembre (cuya no aprobación tendría efectos muy negativos sobre nuestra credibilidad internacional). En ese momento, las Cámaras podrían disolverse a mediados de enero (Monti permanecería en el cargo durante el período de la campaña electoral) permitiendo la votación de las políticas el 10 y el 11 de marzo. En esa fecha también se votarían las elecciones regionales de Molise y Lombardía, mientras que en Lazio las consultas se celebrarían los días 3 y 4 de febrero, según resuelve una sentencia del TAR. Mientras tanto, es muy poco probable que se pueda hacer algo para cambiar la ley electoral por dos razones: las relaciones entre los partidos son tan tensas que es muy poco probable que se llegue a un compromiso; Berlusconi necesita el Porcellum que le permite tener un derecho casi absoluto en la elección de candidatos, para poder mantener unido al partido. Como lo demuestra la rápida retirada de aquellos coroneles que también habían intentado superar la hipótesis de una nueva candidatura del fundador.